Como quien no quiere la cosa, te agachas, recoges la barra de hierro y golpeas con ella al médico en las rodillas. Grita y cae al suelo. Antes de que intente algo, lo pones fuera de combate con un certero golpe en la base del cráneo. Le tomas el pulso, está vivo.
----------
- Lo rematas y sales de allí.
- Te sientas a esperar que venga otro médico.
domingo, 2 de diciembre de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario